“En el mundo real cuido mucho mi imagen pero en Internet relajo mi vida y solo me divierto. Participo en redes sociales, uso el chat y contesto los correos electrónico con alegría como si fuera otra persona”, me dijo un profesional de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) cuando, junto a Javier Medrano, visitamos algunas facultades de Comunicación haciendo presentaciones formales del Grupo DIRCOM.
Le contesté de forma seria y tratando que no olvide mi respuesta: “eres la misma persona e igual profesional del mundo real”. Se quedó mudo y agregué que “debes cuidar tu identidad digital como la real, de lo contrario tu imagen perderá credibilidad y la huella dejada será difícil de borrar debido al desconocido y verdadero alcance que esta obtiene e incluso escaso control”.
Según la definición de la Real Academia Española, identidad es “un conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás”. Este enunciado vale tanto para lo real como lo virtual. La mayoría de los profesionales gestionan y cui- dan su identidad para lograr mantener una ima- gen aceptable, pero desatienden, por ignorancia del buen uso o desconocimiento del alto impacto provocado, la gestión de la identidad digital y profesional cuando navegan por Internet.
Sabido es que el avance de la tecnología trajo aparejado cambios en el uso y costumbre de las funciones laborales, tanto individuales como grupales. Fundamentalmente las transformaciones se dieron a partir de la efectividad que produce la utilización de estas herramientas (Internet, redes sociales, correo electrónico, teléfono celular, entre otros) a la hora de comunicarnos y llegar a diversos públicos. Máxime si se tiene en cuenta que el uso es casi intuitivo y el costo relativamente bajo.
Como consecuencia del fácil y hasta divertido uso en el manejo de herramientas tecnológicas no se estaría avizorando la gestión descontrola- da de la identidad digital (y profesional), con el consabido peligro que esta ignorancia traería aparejada por la dificultad de tener control de todos los actos cometidos y por muchos otros replicados hacia terceros (sucesivamente).
Cuando se participa en un blog(propio o ajeno), foro, chat, diarios digitales donde se cite el nombre, participando en grupos temáticos, correos electrónicos, colocando fotografías y/o vídeos en una red social, entre otras, son variables que van conformando la identidad en la Red.
El gran potencial que tiene Internet para difundir, unir, relacionar o vincular hace que todos los actos realizados por cada profesional queden registrados ahí para siempre y, tal vez, desconociendo la verdadera llegada de lo publicado. Esto es, desatendiendo la posibilidad de que otro usuario de la red utilice algún material y lo difunda en su blog o envíe por correo electrónico entre otros medios posibles. Esto significa que nuestro material (fotos, videos, textos, comentarios) viaje sin parar y permanezcan durante muchos años (o por siempre) esperando a ser encontrados cada vez que alguien realice una búsqueda. ¡Es muy difícil borrar nuestra huella en Internet!
Si está pensando en buscar algún manual de manejo de identidad digital, por ahora no existe algo certero y completo. Puede llegar a encontrar sugerencias y consejos, pero lo más importante es que no podemos dejar de lado nuestro accionar en el mundo virtual por más que tratemos con amigos o familiares. No olvidemos que cada uno de nosotros es una marca y debemos cuidarla todo el tiempo.
A estar altura debemos cuidar y advertir a los estudiantes de comunicación (futuros profesionales) ya que ellos conforman el sector más vulnerable en la creación de la identidad digital debido al uso constante que le darían y no necesariamente para trabajar.
Hoy es muy común utilizar un motor de búsque- da para saber quién es quién y qué antecedentes tiene. En esos resultados aparece todo, participación en redes, artículos publicados, comentarios, fotografías serias y otras, videos de algún seminario o cena show a altas horas de la madrugada, etc. Todo, cuenta en la imagen que obtiene quien nos busca a raíz de nuestra gestión de la identidad digital (y profesional). ¿Ud. cómo aparece en Internet?